Dicen que todo en extremo hace daño, y por eso es importante encontrar un balance.

Vivir totalmente en un mundo de negativismo, donde somos capaces de encontrar un problema para cada solución nos mantiene en una realidad totalmente negativa donde nada fluye.

De igual manera, vivir en un mundo donde a cada problema le encontramos una solución nos puede llevar a ir corriendo positivamente hacia un precipicio.

El realismo nos permite preguntarnos la diferencia entre los problemas y las soluciones.

Por eso, mi recomendación es siempre tener una mentalidad abierta a analizar tanto las cosas buenas como las no tan buenas de cualquier situación sin polarizarnos en algo en particular que nos pueda nublar la visión.