Si alguien nos despierta emociones desagradables, aunque no lo sepamos, probablemente, es porque de algún modo refleja algo de nosotros mismos que no queremos ver y tenemos que trabajar en ello, dándole espacio para permitirlo, sanarlo, o liberarlo; este proceso nos lleva a conocernos más y ver nuestras sombras, hacernos consciente de lo inconsciente y finalmente hallar el equilibro y paz interior.

Estas emociones que se reflejan se pueden categorizar de tres formas, aplican según tu espejo, tu conexión y tu experiencia que es totalmente personal y diferente a la de los demás, aquí te las explicamos para que tengas el panorama completo y sepas usarlas a tu favor:

  1. EL LADO OPUESTO: te perturba tener delante una persona que es todo lo contrario a ti, por ejemplo si eres una persona ordenada y convives con alguien desordenado y dicha conducta te molesta, el crecimiento aquí se basa en la búsqueda de equilibrio, trabajamos y balanceamos nuestros puntos que pueden ser extremistas, con la comprensión y aceptación de las formas del otro.

 

  1. SIMILITUD: lo que te molesta de otra persona es en realidad una parte tuya que no quieres ver, y lo que se resiste, persiste, lo trabajamos al aceptar que ese patrón lo podemos estar repitiendo con otras personas o en otras circunstancias, al aceptar esa parte de ti dejará de luchar contra tu propia sombra y precisamente eso será lo que te ayude a cambiar lo que no te guste. Aunque parezca contradictorio, sin aceptación no hay transformación posible.

 

  1. EXPECTATIVAS EGOÍSTAS: esta situación viene dada cuando tenemos altas expectativas con alguien o alguna situación y no coincide con la realidad, a esto se le llama idealización, al notar que no es cómo queríamos, optamos por querer modificar, manipular o cambiar las conductas para que se adapte a nuestra idea inicial, en este punto trabajamos el ego y nuestra visión egocéntrica, no podemos tener el control de todo lo que nos rodea y debemos aceptar esta realidad, toda esta energía podemos redirigirla y enfocarla en proyectos o cambios propios, usarla como alimento personal hacía nosotros, así nos responsabilizamos y nos hacemos cargo de los asuntos que si están bajo nuestro control.