Imagina que metes una lagartija cuando es un bebé en una botella, tapas la botella y suministras a la lagartija lo necesario para vivir. Le das agua, diferentes tipos de comida, abres de vez en cuando para que entre aire y en ocasiones hasta pones la botella al sol para que disfrute de sus rayos.

Cuando la lagartija crece, destapas el tapón dejándola en libertad, pero ¿Qué ocurre? La lagartija ya no puede salir de la botella, probablemente ni lo intente (se ha acostumbrado a estar allí, es lo único que conoce, aunque sabe que fuera del cristal existe otra realidad) y si lo intenta, se dará cuenta de que es demasiado grande para caber por un agujero tan pequeño como es la boca de una botella.

Si queremos liberar a la lagartija solo existe una solución, tenemos que romper la botella. La mayoría de las veces lo que les ocurre a estas personas que no logran ser felices a pesar de aparentemente tenerlo “todo” es que están engordando en la botella, algunas aun están a tiempo de salir porque no han engordado lo suficiente, por el contrario otras si quieren salir de su situación tienen que romper la botella.

Sin embargo, romper la botella aparte de que nos aterra enormemente no siempre es posible ya que en ella está todo lo necesario para sobrevivir, todo lo que conocemos, todo lo que nos han enseñado. Así que a veces es necesario ir resquebrajando el cristal hasta que finalmente la botella se rompe sola…

También puede ocurrir que haga mucho viento, aumente la presión, o alguien tenga un descuido y deje la botella en lugar inapropiado y de repente ¡Chas! La botella se ha roto. Muchas personas tras un periodo de adaptación y angustia inicial logran grandes cambios en su vida tras una rotura forzosa de la botella (Divorcios, muerte de un ser querido, enfermedades, despidos laborales. En definitiva, situaciones que al menos a priori parecen complicadas)

Por supuesto también existe otra opción tan respetable como cualquier otra que es una vez comprendida la situación decidir libremente quedarte dentro de la botella y aprender a gestionar esa situación lo mejor posible, al fin y al cabo llevas muchos años allí metido y tampoco te va tan mal…

Fuente: www.psicorumbo.com