Ā”Rendirse en algunos casos podrĆ­a tener consecuencias fatales!

Un domingo normal, soleado y perfecto para un dĆ­a de playa nos fuimos mi mejor amiga y yo a Veracruz aquĆ­ en PanamĆ” porque nos habĆ­a provocado hacer Paddleboarding que es ese deporte donde se rema de pie en tabla.

Nos encontrĆ”bamos super contentos porque tenĆ­amos dĆ­as sin salir, inflamos las tablas, nos metimos al mar, y nos alejamos un poco de la orilla. Obviamente tenĆ­amos que tomar algunas fotos, poner un poco de mĆŗsica con una bocina resistente al agua, y disfrutar de la vista. El mar se veĆ­a super tranquilo, pero si sabemos algo del mar y de algunas personas es que las cosas no son lo que aparentan. Si nos dimos cuenta de que sin remar mucho nos estĆ”bamos alejando considerablemente de la orilla.

Comenzamos a remar y nos dĆ”bamos cuenta de que por mas que remĆ”ramos no hacĆ­amos progreso. Algo que tomar en cuenta en PanamĆ”, es que en la costa del pacifico hay cambios de mareas a diario y en algunos casos ProtecciĆ³n Civil emite alertas de mareas para que las personas tengan precauciĆ³n.

La marea nos estaba arrastrando tan fuerte que el esfuerzo que estaba haciendo mi mejor amiga no era suficiente para salir. Amarramos las tablas, y comenzamos a remar los mƔs fuerte que podƭamos y poco a poco fuimos saliendo.

Mientras remƔbamos yo note que habƭa una seƱora tratando tambiƩn de salir a la orilla y estaba peligrosamente cerca de unas rocas muy afiladas.

Cuando logramos salir, agotados, me di cuenta de que la seƱora seguƭa con problemas para salir y sabiendo lo que nos habƭa costado a nosotros decidƭ ir ayudarla. Me acerque a donde estaba ella y note que tenƭa las piernas y los brazos con sangre porque ya se habƭa caƭdo un par de veces en las rocas. Le pregunte:

ĀæTe encuentras bien? Y ella respondiĆ³: ĀæCĆ³mo puedo salir de aquĆ­?… yo le dije: Tranquila, respira, la marea esta fuerte y yo te voy a ayudar a salir de aquĆ­. AmarrĆ© su tabla con la mĆ­a, y le dije: Es importante que nos ayudemos a salir de aquĆ­, asĆ­ que tenemos que remar fuerte. Ella no lograba mantener su tabla recta y el zigzag me estaba haciendo el trabajo mĆ”s difĆ­cil para sacarnos a los dos. Le dije, tranquila, remar nerviosa no nos va a ayudar, rema dos de cada lado para que no hagas zigzag.
RemĆ”bamos y remĆ”bamos y pareciera que nos movĆ­amos hacia atrĆ”s mas que adelante. En varios momentos en mi cabeza aparecĆ­a la idea de rendirme y esperar que nos rescataran, sentĆ­a que la situaciĆ³n ya estaba fuera de mi control. Sin embargo, pensĆ©, mientras pueda remar yo tengo control de la situaciĆ³n y decidĆ­ seguir, y seguir hasta que pudimos salir.
La seƱora, super agradecida y ya tranquila, nos confeso que estaba preocupada y me dio las gracias. Lo que no sabe, es que las gracias se las doy yo a ella por haberme dado otra lecciĆ³n de vida: ā€œMientras puedas hacer algo por salir de una situaciĆ³n en tu vida, tienes el control en tus manos. Y si decides rendirte, pierdes el control de tu vidaā€.