Hemos sido condicionados por tantos estereotipos físicos que terminamos odiando y resistiéndonos a nuestra apariencia.

Es increíble que esto nos sucede a la mayoría sin importar como lucimos. Seamos gordos, flacos, altos, bajitos, blancos, morenos, calvos…Por una razón u otra, no estamos conformes con nuestra apariencia lo cual termina afectando nuestra autoestima. Y además, pensamos que solo seremos verdaderamente felices el día que:

perdamos o ganemos esos kilos,

cuando nos pongamos o nos quitemos senos,

cuando nos quitemos o nos pongamos cabello,

o nos operemos para reducir o aumentar nuestros labios.

Cuando te aceptas HOY por como eres, permites que lo demás te acepten de la misma manera y, si por alguna razón u otra deseas cambiar algo de tu apariencia, lo puedes hacer, pero ¿No crees que disfrutarías mas ese viaje de transformación desde la aceptación de como sea HOY, en vez de hacerlo desde el sufrimiento que te causa la resistencia de no aceptarte?