No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy….

Siempre escuchábamos eso de nuestros padres y en ese momento no entendíamos, nos frustrábamos, nos molestábamos porque era más interesante salir a jugar con los amigos, o ver una película o hacer cualquier otra cosa, en vez de hacer la tarea.

Pero cuando llegaba el momento de entregar la tarea y no la teníamos hecha, nos tocaba pagar las consecuencias. Quizás solo una mala nota, pero en el peor de los casos la pena de que cuando el profesor la pidiera delante de todo el mundo nos tocara decir: Profe, no la hice. Eso si es que no inventabas la famosa excusa: Mi perro se la comió.

Lo mismo puede llegar a pasar hoy de adultos, vivimos un presente perfecto y dejamos a un lado todas esas tareas que nos van a ayudar a tener un futuro estable que nos garantizara muchos presentes perfectos. En algunos casos nos tocara hacer tareas y nos tocara sacrificar ese buen rato que podríamos pasar juntos con los amigos, juntos con la familia o haciendo cualquier otra cosa.

Pensemos que eso lo hacemos justamente para poder garantizarnos muchos de esos buenos ratos con esas personas que queremos. Claro está, todo en exceso hace daño y en la vida necesitamos un balance. Tampoco lleguemos al punto de sacrificar todos nuestros presentes perfectos hasta llegar a un futuro donde sacrificamos fue a nuestros amigos y a nuestra familia.