ā€œla inteligencia emocional es la habilidad de controlar nuestras emociones, y las de los demĆ”s, discriminar entre ellas, y usarlas para guiar nuestro pensamiento y nuestras accionesā€ ā€“ John D. Mayer

1. Presta atenciĆ³n a tus emociones

La Ley de la AtracciĆ³n nos dice que los pensamientos sobre los cuales reflexionamos, los sentimientos que nutrimos, las palabras que decimos y las acciones que emprendemos, estĆ”n hechos, como todo lo que existe, de energĆ­a. Dicha energĆ­a vibratoria atrae, hacia tu vida, mĆ”s energĆ­a del mismo tipo. De este modo si estĆ”s teniendo pensamiento de pobreza, de infelicidad, de tristeza, de miedoā€¦ estarĆ”s emitiendo una energĆ­a de una frecuencia vibratoria muy baja que atraerĆ” hacia ti, pensamientos, sentimientos y situaciones con la misma energĆ­a baja.

2. Aprende a manejar tus emociones

Es sumamente importante recordar que no podemos controlar las acciones de otras personas, solo esta en nosotros como nos sentimos hacia ellas. A veces se nos hace difĆ­cil cambiar nuestro estado emocional ante algo, algunos tips que te pueden funcionar son salir a caminar o correr, escribir sobre lo que te molesta, escuchar mĆŗsica o meditar. Te sugerimos que cuando te moleste el comportamiento de alguien no saltes a una conclusiĆ³n negativa. Al evitar personalizar el comportamiento de otras personas podemos percibir sus emociones de forma mĆ”s objetiva.

3. Expresa como te sientes

Expresar tus emociones marca la diferencia, tenerlas en cuenta contribuye a saber lo que deseamos y, por tanto, a tomar decisiones. Esto favorece la autoestima. Decir lo que pensamos nos puede producir miedo y ansiedad, pero no decir lo que pensamos o sentimos puede afectar a la relaciĆ³n con otras personas en tu vida personal y hasta en tu mismo trabajo. Aprendamos a ser asertivos con lo que queremos comunicar.

4. Asume responsabilidad por tus actos

Si aceptas que eres responsable de cĆ³mo te sientes y de cĆ³mo te comportas hacia los demĆ”s esto impactarĆ” de forma positiva todas las Ć”reas de tu vida. Tus emociones y tu comportamiento provienen de nosotros mismos, por lo tanto, tĆŗ eres el responsable de manejarlas.

Si te sientes afectado por algo que ha dicho una persona y le haces daƱo a su vez, no puedes escudarte en que Ć©l o ella Ā«hizo que actuaras de esa maneraĀ». Tu reacciĆ³n es tu responsabilidad.